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J. CARLOS VALLDECABRES
Miércoles, 12 de abril 2017, 00:16
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valencia. «Hay que renovar a Carlos Soler». Así rezaba el titular de la columna de este lunes que Fernando Gómez publica en este periódico tras cada partido del Valencia. Fernando no sólo demostró en su juventud y sobre el césped poseer una genial visión de juego sino que ahora, negro sobre blanco, ha dado en el clavo. Justo un día después de su petición pública -y aunque posiblemente se trate de una mera coincidencia-, el Valencia ha movido ficha precisamente en esa misma dirección. Ayer, Mateo Alemany y José Ramón Alesanco mantuvieron una reunión con Unai Vergara y Rodri, miembros de la empresa de representación de Carlos Soler.
Que la cita ya estuviera prevista de antemano, como así se afirma, es algo que entra dentro de la lógica. Al fin y al cabo, la explosión del futbolista no se produjo el último partido disputado este domingo por el Valencia en Granada. Viene de más atrás. Desde el mismo momento en el que José Ramón Alesanco empujó al canterano al primer equipo ya de pleno derecho y con la confianza que le ha demostrado Voro, Soler no sólo se ha adaptado perfectamente a la Primera División sino que, además, ha sido el futbolista más destacado del equipo en bastantes partidos.
Y cuando eso sucede, suelen producirse movimientos por todas las partes implicadas. Unos por temor a que el jugador pueda ser objetivo de clubes más potentes económicamente hablando, y otros con el deseo de equiparar el salario a su decidido rendimiento. Al fin y al cabo, Soler arrastra el contrato que firmó hace precisamente un año aproximadamente (marzo de 2016) en el que se estipulaban una serie de condicionantes para el supuesto de ser futbolista con todos los condicionantes del primer equipo. En enero pasó de tener el dorsal 28 al 18 y eso ponía en marcha sus nuevas percepciones económicas.
Pero hace un año, el Valencia no podía imaginar que Soler iba a romper de la forma que lo ha hecho. Se le puso una cláusula de rescisión de 30 millones. El matiz en este caso es el salario que percibe, muy por debajo de la línea del resto de compañeros de la primera plantilla.
En estas circunstancias y aprovechando la entrada de Mateo Alemany como director general del Valencia, los agentes aprovecharon su relación con el antiguo dirigente del Mallorca para mantener una reunión en las oficinas de la entidad. Al acto acudió el director deportivo, José Ramón Alesanco, lo que de alguna forma envuelve de mayor peso esta entrevista. El Valencia está evidentemente por la labor y se han emplazado a una próxima fecha para que el club pueda plantear las nuevas condiciones contractuales. El club no sólo quiere que Soler se convierta en el nuevo estandarte sino estirarle los años de contrato y la cláusula.
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