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R. D.
Lunes, 10 de abril 2017, 00:06
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La fiabilidad adquirida en Mestalla es el principal factor para entender el ascenso del Valencia en las últimas jornadas. El conjunto blanquinegro, sin embargo, tenía una deuda pendiente: ganar a domicilio. Antes del 1-3 de Granada, el Valencia encadenaba cinco partidos consecutivos sin conseguir la victoria. Cayó derrotado en Las Palmas por 1-3, empató ante el Betis (0-0), volvió a perder en Mendizorroza contra el Alavés (2-1) y luego en el Vicente Calderón por 3-0 y el Camp Nou, donde el Barcelona se llevó el duelo (4-2).
Voro admitió antes del desplazamiento a Granada que al equipo le estaba costando a domicilio y ayer rompió la dinámica en un campo propicio. En las últimas cinco visitas al estadio del conjunto nazarí, el Valencia acumulaba cuatro victorias y un empate. La temporada pasada, los blanquinegros se impusieron por 1-2 con goles de Parejo y Santi Mina -el gallego repitió ayer anotando el último del Valencia- mientras que Edgar hizo el único para el Granada.
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