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Máxima tensión entre el club y García Pitarch

Máxima tensión entre el club y García Pitarch

El Valencia le reclama la documentación que guarda en su ordenador personal y medita contraprogramar la comparecencia de Suso

J. CARLOS VALLDECABRES

Martes, 10 de enero 2017, 00:11

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Este segundo periplo de Jesús García Pitarch al frente de la dirección deportiva del Valencia, lejos de agotarse, todavía parece que va a dar bastante que hablar. En el club todavía persiste el malestar por el cómo y el cuándo eligió García Pitarch arrojar la toalla. Además de sentirse de alguna forma defraudados por la estrategia que ha seguido el de la Pobla de Vallbona con el mercado de invierno en plena ebullición, una de las cosas que todavía no llegan a explicarse en el seno de la entidad es el porqué Suso no entrega al club toda la documentación sobre las gestiones que había realizado, con el fin de que el Valencia pueda rentabilizar de alguna manera el camino recorrido.

Aunque en fútbol y más en este tipo de situaciones ya se sabe que todo depende de la óptica desde la que se miran las cosas, en el Valencia llegan a calificar al exdirector deportivo como «irresponsable», por el simple hecho de ni tan siquiera acceder a mantener una comunicación con los directivos para solicitarle todo lo que, en teoría, conserva en su poder Suso y más en concreto en su ordenador personal. En el club consideran que ese material «pertenece» de alguna manera al Valencia y no a la persona que ha trabajado y que hasta hoy hace cuatro días era el máximo responsable en materia deportiva. José Ramón Alesanco, que es quien ha heredado el cargo, se ha encontrado prácticamente de la noche a la mañana con un nuevo trabajo y con apenas información detallada y directa de hasta dónde había llegado el Valencia en los diferentes caminos que había iniciado, no sólo en materia de fichajes sino también en lo que se refiere a las salidas.

La situación es de lo más esperpéntica y desde luego dañina para el Valencia, cuyo margen de maniobra se reduce a tres semanas para poder parchear la plantilla.

No obstante, en el Valencia se está muy 'escocido' con García Pitarch. Sondear entre la cúpula del club cuál es la opinión de todo lo que ha ocurrido en los últimos días es percibir una incredulidad y un enfado monumental. Y es la figura del exdirector deportivo la que acapara buena parte de esta incómoda situación. En el Valencia se insiste en que García Pitarch no jugó del todo limpio el pasado sábado cuando informó de su dimisión a los directivos, después de que facilitara a los medios de comunicación información sobre un supuesto acuerdo con el Juventus y después también de que anunciara a la agencia Efe su dimisión.

Una de las cuestiones que más ha sorprendido en el consejo de administración es que García Pitarch tratara de aparentar un supuesto acuerdo con el Juventus sobre la cesión de Zaza cuando, se dice, en realidad vino de Turín con las «manos vacías». Se llega incluso a calificar de «mentiroso» a García Pitarch. Hoy, el de la Pobla de Vallbona podrá defenderse en la rueda de prensa que ha convocado a las cinco de la tarde en el hotel Valencia Palace para dar su versión de todo lo ocurrido. Hasta tal punto la tensión es tan palpable que se baraja contraprogramar la comparecencia de Suso para exponer con crudeza la versión del propio club que, según fuentes valencianistas, dejaría en evidencia al exdirector.

Conviene recordar que García Pitarch intentó marcharse días atrás, cuando dimitió Cesare Prandelli. En aquella reunión en la que estuvo presente Layhoon y Anil Murthy, fue la presidenta la que le expuso a Suso que no se podía marchar por dos cuestiones. Una, porque perjudicaría al club debido al momento tan delicado en el que se encuentra la entidad; y dos, porque eso podría dañarle como profesional. La sorpresa les llegó justo un día después de Reyes, un regalo inesperado.

El problema es la pérdida de 'feeling' entre García Pitarch y Layhoon no ha sido tan repentina como parece. Semanas atrás, el entonces director deportivo ya empezaba a palpar que Meriton manejaba unas ideas que él ya no compartía. La llegada de Anil Murthy al consejo de administración fue uno de los aspectos a los que García Pitarch se entregó con el fin de que fuera el nuevo directivo el que desde dentro le ayudara a forzar el cambio de opinión que tenía Peter Lim en la forma de trabajar. Se quedó con las ganas.

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