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Munir, justo antes del entrenamiento. :: irene marsilla
La presidenta sabía y respalda la estrategia del entrenador

La presidenta sabía y respalda la estrategia del entrenador

El mensaje del italiano acaparó todos los comentarios y la atención del desplazamiento

C. V.

Sábado, 10 de diciembre 2016, 00:14

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Layhoon y por añadidura Peter Lim sabían perfectamente qué es lo que iba a decir ayer al mediodía Prandelli a los medios de comunicación. Es más, no sólo conocían los argumentos sino que le apoyan plenamente. De hecho, hace ya unos días y en un encuentro semi informal en la ciudad deportiva con periodistas, la propia Layhoon vino a decir lo mismo, reclamando por parte de los futbolistas un cambio no sólo en la dinámica de resultados sino también de actitud. Desde el consejo, y se entiende lógicamente que afecta también al máximo accionista, no se está nada de acuerdo con la predisposición exhibida por los futbolistas hasta la fecha.

Por eso desde el club se quiso descartar que la reacción de Prandelli fuera un impulso repentino e improvisado. Nada que ver con el hecho de que el entrenamiento de ayer comenzara con algo de retraso debido a que Voro (y el entrenador lo sabía y había dado el visto bueno) tenía que explicar una serie de detalles a los futbolistas sobre aspectos que afectan a las vacaciones. Lo importante es que desde el consejo se aplaudió totalmente cada una de las palabras que transmitió el entrenador.

Es más, la impresión que hay desde la directiva es que hacía tiempo que se tenía que haber hecho una acción así, tan drástica, precisamente para recuperar el espíritu que llevó a las metas más altas al Valencia hace poco más de una década.

Lógicamente, había interés en ver cuál sería la reacción y cómo se vivirían las horas después a esta inusual rueda de prensa. Y lo cierto es que no fue el de ayer un desplazamiento normal de un partido más. Layhoon fue de las primeras en llegar al aeropuerto y no se despegó ni un solo instante de su teléfono móvil. Apenas intercambió saludos con el entrenador y con los consejeros Juan Cruz Sol y Anil Murthy, que completaron la representación de la entidad.

Desde luego no se hablaba de otra cosa, sobre todo por parte de los aficionados (más que otras veces). Los jugadores, pues como casi siempre. El cuerpo técnico por un lado, con Prandelli ni un momento sentado y también hablando por su móvil, y los futbolistas por otro. Hace tiempo ya que el vestuario no ofrece sensaciones de unidad, aunque sea por grupos más o menos afines. Salvo contados casos, en esta plantilla se observa una disgregación considerable, añadida a una falta importante de elementos con suficiente capacidad de liderazgo como para tirar del resto.

Si en los primeros instantes se podía palpar cierta tensión, conforme fue pasando el tiempo se fue relajando la cosa en lo que al trayecto se refiere. El equipo aterrizó en Biarritz (Francia) y de ahí a Donosti.

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