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El Valencia ha invertido 227 millones en fichajes en las tres temporadas de Lim

El Valencia ha invertido 227 millones en fichajes en las tres temporadas de Lim

La congelación del gasto ha logrado equilibrar la balanza del déficit de la pasada temporada pensando en la multa de Bruselas

JUAN CARLOS VILLENA

Viernes, 2 de septiembre 2016, 00:00

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El tercer proyecto de Peter Lim en el Valencia arrancó de forma definitiva con el cierre del mercado estival, con más suspense del esperado cuando la alarma defensiva hace muchos meses que se disparó en el control de mando. Es cierto que los números fríos son interpretables de muchas formas, como los resultados políticos, pero hay datos objetivos que merecen subrayarse en el inicio de la actual campaña.

De las tres temporadas que abarca la inversión del empresario de Singapur, puesto que aunque la firma del traspaso accionarial con la Fundación y la refinanciación del crédito con Bankia se dilató hasta el 1 de diciembre de 2014 esa temporada ya se operó bajo el manto de Meriton, la que acaba de arrancar en la que menos inversión en fichajes ha tenido. Con el asterisco puesto, evidentemente, en lo que pueda ocurrir en el intercambio de pases de invierno. No es un punto de partida baladí en el análisis, puesto que en el plan de negocio que el propio Lim presentó al banco uno de los pilares para la ejecución del mismo era la presencia anual del Valencia en la Champions. Debería serlo ya, pero con mucho más motivo a partir de la campaña 2017-2018, cuando terminen los tres años de cadencia del crédito y en cada cuenta de resultados haya que incorporar una nueva partida de gastos.

Hay que tener en cuenta que en el fútbol moderno, con la excepción de los clubes que cotizan en bolsa, todas las cifras de compras y ventas están supeditadas a la transparencia de las fuentes oficiales. Es por ello que las cifras están a expensas de ese pequeño asterisco que puede hacer fluctuar un porcentaje, aunque ello no desvirtúa la foto final. Ocurre con el fichaje del Valencia más importante del verano, el de Ezequiel Garay. Si la venta del argentino se ha cerrado, ni el conjunto de Mestalla ni el ruso quieren ofrecer luz a la cifra, en los 20 millones en los que las personas conocedoras de la operación la tasaron en las últimas horas del mercado, la inversión en futbolista de este verano asciende a 30 millones (sumando los 8,5 de Nani y los 1,5 de Medrán). Una cifra lejana a los 58 millones de la primera temporada y de los 138,5 del pasado año.

Esa inversión realizada, con el equipo disputando la Champions, es uno de los argumentos que el club esgrime para haber bajado el pistón. Teniendo en cuenta que las ventas en el pasado ejercicio ascendieron a 48 millones, el déficit en la balanza comercial de los fichajes en el ejercicio 15-16 se disparó a los 90,5 millones. Otro de los argumentos para contener el gasto en el presente ejercicio es el pago inminente de la multa que la Unión Europea impuso al Valencia, de 20,5 millones, por el beneficio que Bruselas estima que el club sacó con el aval del IVF en el préstamo de la operación accionarial que llevó en 2009 a la Fundación a convertirse en el tenedor de la mayoría accionarial de la entidad. El discurso público de Layhoon Chan no ha bajado el listón de los objetivos deportivos porque, aunque puedan parecer desmesurados cuando el equipo viene de una campaña en la que acabó en la segunda parte de la tabla, la necesidad de los ingresos de la Liga de Campeones a partir de septiembre de 2017 sigue siendo la misma. De no tenerlos, el Valencia deberá abrir otra vía de financiación (patrocinios...) o ajustarse aún más el cinturón en la venta de futbolistas para poder cuadrar las cuentas del siguiente ejercicio. No hay que olvidar que si en la próxima temporada vuelve a aparecer un escenario sin Champions en Mestalla, el ajuste en el fair play financiero volverá a ser un dolor de cabeza para García Pitarch. Clasificarse para la Europa League sería el final de la ecuación menos malo, aunque cuando la presidenta anunció que el objetivo sigue siendo la Liga de Campeones no fue un brindis al sol.

Las ventas de Alcácer, André Gomes y Mustafi ha disparado la cifra ingresada por la entidad este verano a los 112,7 millones. Un balance positivo de 82,7 millones si le restamos los 30 millones abonados. Un resultado que, por otra parte, equilibra casi en su totalidad lo ocurrido la pasada temporada. En números globales, el Valencia de Peter Lim ha invertido 226,8 millones en fichajes en los tres años en los que el empresario comanda los destinos del club. La cifra de ventas de futbolistas en el mismo espacio de tiempo asciende a a 210, con lo que la balanza final es 16,6 millones mayor en los pagos. Es decir, hasta el momento ha salido más dinero en la caja que ha entrado. Técnicamente hablando el Valencia no tiene la etiqueta de 'vendedor' atendiendo a la suma y la resta final, y ya queda para el terreno subjetivo de cada uno determinar si el saldo deportivo es positivo o negativo comparando los jugadores que han recalado en el equipo con respecto a los que han ido saliendo. En algunos casos, como el de Mustafi o André Gomes, han tenido tiempo de computar en ambos lados del libro de cuentas.

Esa cifra final de 16,6 millones gastados más de los recibidos en concepto de traspasos realmente está más cercana a las dos decenas, puesto que en los gastos de plantilla deberían sumarse las indemnizaciones en el banquillo. Una de las primeras decisiones bajo el manto de Lim fue el despido de Pizzi para contratar a Nuno. Con el portugués, renovado pocos meses antes de abandonar el club por la puerta de atrás, creció una cifra que se redondeó con el prematuro adiós de Gary Neville y con el acuerdo para la rescisión de contrato de su hermano Phil. Del trabajo de Ayestarán, que declaró ser el técnico idóneo para el proyecto, depende buena parte del rendimiento de la inversión.

A vueltas con Sidnei y Fede

Tras el cierre del mercado, ayer comenzaron las valoraciones de los clubes sobre el mismo. Desde A Coruña se proyectó la visión de dos movimientos, uno de entrada y otro de salida, en el que el conjunto valencianista ha estado implicado. El director deportivo del Dépor, Richard Barral, explicó el trabajo realizado desde tierras gallegas para retener a Sidnei, igualando la oferta de 10 millones que se realizó al Benfica para fichar al central: «Reaccionamos rapidísimo, el Valencia hizo una oferta al Benfica que no era desmesurada, la forma de pago era asequible, en cómodos plazos, y como teníamos el derecho de tanteo, lo hemos asegurado y ahora es nuestro al cien por cien. Era un riesgo importante quedarnos sin Lucas y sin Sidnei». Esa acción tuvo una respuesta. El Valencia se negó a dar la carta de libertad a Cartabia para que recalara en el Dépor, pese al intento del jugador en las últimas horas del mercado.

«Se nos puso la operación a tiro económicamente pero el Valencia nos había cerrado la puerta. Ayer (por el lunes) había una posibilidad de hacerlo, pero no pudimos porque en la negociación del agente con el Valencia no fue posible», declaró Barral. O Jogo apuntó a un acuerdo con el Benfica por Guedes de 25 millones para el mercado de invierno, algo que el Valencia desmintió.

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