Las dos noches de Parejo

valencia. Mestalla se quedó sin fútbol el 13 de mayo. Entonces Oyárzabal y la Real Sociedad pusieron la puntilla al Valencia en el último suspiro para echar el cierre a una temporada bochornosa. El equipo se fue de vacaciones sin saber a qué atenerse porque todo lo ocurrido en los meses previos había enterrado lo bueno fabricado durante el primer año de Peter Lim. Ni tan siquiera se garantizaba la continuidad de Pako Ayestarán, elegido después para ser una de las cabezas visibles de un nuevo modelo deportivo. Al mercado aún le quedan muchos capítulos hasta el 31 de agosto, pero de momento la grada no está para echar cohetes. El equipo llegó anoche a la presentación con incertidumbre y la grada, algo apagada pero con ganas de reengancharse, también.

A pesar de la venta de André Gomes, de la probable salida de Mustafi o el interés del Barcelona en Paco Alcácer, la avenida de Suecia era un crisol. Naranja. Blanco. Rojo, azul y amarillo para poblar la senyera. Noventa días sin goles, paradas, césped y conversaciones entre socios son muchos días. Y Mestalla respondió, aunque la primera parte de la presentación fue descafeinada y ya para la hora del partido ante la Fiorentina, el campo presenciaba mejor aspecto. No toda la parafernalia previa estuvo protagonizada por Españeta, aunque el utillero fuera la gran estrella de la noche. Más que los fichajes -pocos- y el entrenador, el valencianismo estaba ayer pendiente de Dani Parejo. La salida del '10' se convirtió en el minuto de oro de la presentación. No hubo más ojos puestos sobre el césped que en ese preciso momento.

Cabía esperar el reproche de los aficionados al madrileño. El origen de su rebelión nació precisamente en el rumor de la grada en cuanto coge la pelota. Casi partido tras partido. A Parejo ese murmullo le molesta desde tiempos inmemoriales y, después de todo lo acontecido durante el verano, el asunto ha ido a peor. Parejo tendrá que esperar para recibir el indulto. No le queda otra. «Conseguirá cambiar pitos por aplausos», han repetido futbolistas, Ayestarán e incluso Layhoon Chan, que ayer torció el gesto cuando escuchó la tremenda pitada de Mestalla al madrileño. «Es uno de los mejores jugadores de la plantilla», aseguraba Medrán hace sólo un par de días. A Parejo le ha salido caro manifestar su deseo de marcharse al Sevilla.

Técnicos y futbolistas fueron los primeros en aceptar el perdón del centrocampista durante la concentración en Inglaterra. Un jugador capital bien vale un enfado. El club, convencido de no venderlo a cualquier precio y menos al Sevilla, secundó los pasos de Ayestarán y la plantilla. Parejo está entre los jugadores mejor pagados de la plantilla y perderlo supondría añadir un problema mayúsculo a la tarea que García Pitarch aún tiene por delante. Faltaba la grada, que al principio de la tarde envió al madrileño al purgatorio. Los pitos removieron a Parejo, que luego en el partido ofreció destellos. Empezó a pelear su perdón y dio una notable asistencia patra que Rafa Mir hiciese el gol decisivo para retener el Trofeo Naranja frente a la Fiorentina.

Mestalla también silbó a los dos centrales que vinieron para hacer olvidar a Nico Otamendi, el gran protagonista de la última presentación. Qué tiempos. Aderllan Santos se llevó la primera ración de pitos de la noche y Aymen Abdennour, la segunda. El caso del brasileño y el tunecino es bien distinto al de Parejo, puesto que si el director deportivo lleva a cabo el plan de los técnicos, ambos saldrán del Valencia antes del inicio de Liga.

La respuesta de la grada a las ofertas por Mustafi y Paco Alcácer también tenía su miga. Fue inmejorable. El alemán puede tener pie y medio fuera por la insistencia del Arsenal y las necesidades económicas del Valencia, pero su trabajo no genera dudas para la grada. La ovación pudo traducirse en un grito de socorro: 'Mustafi, no te vayas'. El Valencia pelea por fichar a Albiol y Sidnei, pero el público sólo ve, de momento, que el mejor central de la plantilla puede tomar el camino que en su momento tomó Otamendi.

Con Alcácer no varió mucho el veredicto. Sólo unas horas atrás trascendía el interés del Barcelona por llevarse al delantero. Bartomeu preguntó y Lim fue rotundo: «Alcácer no se vende». La presidenta copió el discurso del mandatario ayer, durante la Convención de Peñas. Pero cuando Barcelona o Real Madrid se fijan en un futbolista, mejor no relajarse. Así sacó Mestalla toda su artillería para recordarle a Alcácer que es básico y plenamente identificado con el Valencia. El de Torrent apuró los últimos metros hasta su sitio con la grada en pie ovacionándole.

Premio a los porteros

La pasión por Alcácer fue similar a la derramada cuando saltaron al campo José Luis Gayà o Jaume Doménech. Se han criado en casa. El guardameta se ganó a pulso la pasada temporada un hueco en la plantilla y el cariño del valencianismo. Entre los porteros, él se llevó la mayor parte, pero Ryan y sobre todo Alves también recibieron la recompensa por sujetar al equipo durante el crítico curso anterior. Fueron desfilando los futbolistas pero no lo hicieron Carlos Soler y Lato, que siguen entrenando con el primer equipo estos días después de convencer a Ayestarán durante las estadías en Holanda e Inglaterra.

Peter Lim tendrá que recurrir al teléfono o los vídeos para saber todo lo que ocurrió anoche en Mestalla. El máximo mandatario del Valencia no acudió a la presentación del equipo y los dos palcos privados de Meriton estaban cerrados. Lim no pudo vivir en primera persona el recibimiento de Mestalla a Nani, el más mediático de los fichajes. Tampoco las que se tributaron a Medrán -lo ganado en pretemporada le sirve para tener el visto bueno de la grada a falta de la competición- y Martín Montoya. El club trabajó para presentar algún fichaje más anoche, pero no pudo ser.