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El Valencia hace justicia con su propia historia
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El Valencia hace justicia con su propia historia

El Fórum Algirós, impulsado por la Fundación del club, quiere desempolvar los recuerdos de la entidad

Héctor Esteban

Viernes, 6 de mayo 2016, 01:07

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El Valencia hizo justicia ayer con su propia historia. El club distinguió con la insignia de oro y brillantes a Josep Rodríguez Tortajada, presidente del club de Mestalla durante la Guerra Civil. El reconocimiento lo recogió Francesc Cueva, hijo adoptivo de Tortajada, que tomó la palabra para recordar que su padre era «una gran valencianista político y futbolístico». La emoción se palpó. Fue el colofón a una tarde «formidable», adjetivo utilizado por el Pepe Vaello -uno de los grandes valencianistas que guardan la memoria de Mestalla- durante su intervención ante un auditorio comprometido.

El Fórum Algirós convocó al valencianismo -la respuesta de la grada fue inmerecida con el acto- para recordar y homenajear al Valencia de 1941, aquel que levantó el primer título. Un trofeo que se exhibía junto a los integrantes de la mesa redonda que recordó al primer gran Valencia. La figura de Juan Ramón, el gran capitán, fue el hilo conductor de la charla.

El periodista y profesor, José Ricardo March, autor cada lunes de la columna 'Silla de enea' en LAS PROVINCIAS, desempolvó toda la historia de aquel Valencia que, tras la Guerra Civil, fue capaz de levantar la Copa en 1941. Una situación que, salvando las distancias, conserva reflejos con muchos matices del panorama actual que vive el Valencia. Hubo que crear una estructura de club, recuperar a jugadores que estaban en distintos puntos de España debido a la contienda y fichar a un entrenador que pusiera orden en el equipo. Esa fue la figura de Ramón Encinas.

«El club estaba arruinado y cinco años después era el más rico de España con un capital que hoy equivaldría a 1,8 millones de euros», señaló José Ricardo March, que recordó al comandante Jiménez Buesa, a Luis Casanova, a Colina y a Antonio Cotanda como los culpables de aquel resurgir. Además, no dejó pasar la oportunidad de destacar a Vicente Peris, entonces botones y después «guardián de la historia del club». El primer paso fue recuperar el estadio de Mestalla, que durante la guerra llegó a ser hasta huerto de patatas para alimentar a la tropa. El empeño para levantar el club, con la aportación económica de Luis Casanova, desembocó en el primer Valencia campeón. March, hábil en el discurso, no terminó sin reivindicar la recuperación del nombre original: Valencia Fútbol Club. Un ruego del que los distintos cargos del Valencia presentes debieron tomar nota.

El acto, que no terminó sin las palabras emocionadas de Juan Sol y el sentido reconocimiento a Tortajada, sfinalizó con las fotos con la primera Copa del Valencia como símbolo de tiempos mejores.

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