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Toni Calero
Jueves, 21 de abril 2016, 00:06
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Ni con el 4-0 se relajó el Valencia. No podía. Estaba bien seguir con la racha y confirmar la mejoría general, pero tenía un asunto pendiente: dejar la portería a cero. La ocasión era inmejorable. Un Eibar salvado, que se dejó en casa todas las armas de guerra y llegó a Mestalla sin necesidad ni ritmo. Con el 4-0, Keko y Escalante probaron a la defensa blanquinegra, pero pincharon en hueso. Diego Alves solventó dos disparos desde la frontal y Abdennour se lanzó como si en juego estuviera la Champions para abortar un tiro de Keko con mucho peligro. Ni el brasileño, ni el tunecino ni tampoco Cancelo, Siqueira o Gayà estaban por la labor de permitir un tanto al Eibar. Y lo consiguieron.
Cinco meses después, el Valencia puede celebrar que se marcha imbatido de un partido. No ocurría -en Liga- desde el 31 de octubre y ese 3-0 al Levante que no impidió los pitos de Mestalla a Nuno por el juego ramplón de los blanquinegros. Desfiló Neville y fue incapaz de darle fortaleza a una zaga que se deshacía por cualquier golpe. Sucedió en todos y cada uno de los encuentros con el inglés en el banquillo y no pudo evitarlo Pako Ayestarán en sus tres primeros partidos. Encajó ante Las Palmas, Sevilla y Barcelona.
Ayer, 23 partidos después, pudo acabar el Valencia sin goles en contra para confirmar que los progresos en las últimas semanas tienen mucho de emocional pero también algo de pizarra. Entró Joao Cancelo por el sancionado Barragán respecto al duelo del Camp Nou, pero la tendencia ofensiva del luso no significó un peligro extra porque el Eibar estaba desaparecido en ataque. Tampoco padecieron en el lateral zurdo Siqueira y Gayà. Sin duda, el futbolistas más reforzado del partido es Aymen Abdennour. El tunecino no ha cumplido las expectativas y tampoco le favorece que el Valencia se lanzara con todo a por él en verano. Previo pago de 22 millones de euro dejó Abdennour el Mónaco para asumir el reto de sustituir a Nico Otamendi. Un regalo envenenado, qué duda cabe, visto y disfrutado al central argentino.
Abdennour ha cosechado todo tipo de críticas pero su último mes deja un resquicio para la esperanza. Contra el Barcelona, en un duelo durísimo contra Messi, Neymar, Suárez y compañía estuvo de notable. Y ayer repitió. Dejó las estridencias de principios de temporada, jugó fácil con el balón y se mostró expeditivo cuando era necesario. Cuatro partidos tiene por delante para enderezar aún más su pobre campaña.
El único lunar para la defensa del Valencia fue la lesión de Guilherme Siqueira, sustituido en el minuto 18. «Tiene una lesión medio crónica en el tobillo que le da problemas a veces. Se le ha pinzado la articulación, se queda sin fuerza y no puede jugar», explicó Ayestarán en rueda de prensa. Cabe recordar que Siqueira ya ha sufrido varios contratiempos desde que llegó en el mercado de invierno y habrá que esperar para ver si este último reviste gravedad. Su sustituto, Gayà, también acabó el partido con molestias. «Ha acabado justo, espero que no sea nada», admitió el técnico.
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