Denis Cheryshev y dos chispazos de seis puntos

Fue la bomba del mercado de invierno para el Valencia. A última hora y gracias al beneplácito de Zinedine Zidane, Cheryshev dejó atrás el tormento de no contar en el Real Madrid para volver a sentirse protagonista en la Liga. Tenía seis meses por delante para constatar que su brillante temporada en Vila-real no era algo esporádico. Necesitaba el ruso continuidad, minutos para recuperar su regate y la verticalidad demostrada en el Madrigal. El Valencia le venía como anillo al dedo especialmente porque Piatti no está siendo el Piatti que rebrotó con Nuno en el banquillo. Era evidente, Cheryshev llegaba a Mestalla para ser titular y mejorar el ataque blanquinegro. Y el ruso está cumpliendo con creces.

En La Rosaleda fue el mejor del Valencia. En la primera parte peleó en la izquierda, clasificándose como un futbolista de raza más allá de la calidad para hacer daño partiendo desde la izquierda. En la reanudación, acompañado por un fulgurante Alcácer, hizo daño. El Málaga se vio superado después de ver cómo el Valencia empataba el choque y Neville se encomendó al contragolpe. Ahí ligaron Cheryshev, André Gomes y Alcácer. Con espacios, se las ingeniaron para hacer un roto continuo a Albentosa y compañía.

La jugada del 1-2 definitivo partió de la velocidad de André, tanto física como mental. Se impuso la zancada del luso a campo abierto y vio el desmarque de Cheryshev al segundo palo. Superó el pase la línea defensiva del Málaga y el esférico encontró al ruso. No titubeó ante Kameni: levantó la mirada, cargó el disparo con la zurda y firmó el gol que devolvía el calor al Valencia. Cheryshev lo celebró con rabia. Era su segundo chispazo desde que viste la camiseta del conjunto blanquinegro. El primero sirvió para matar al Espanyol en Mestalla. Éste segundo, para asaltar La Rosaleda. Dos tantos de seis puntos.

Aún pudo ser mejor para él. Once minutos después del gol, Alcácer enganchó uno de los muchos balones que concedió el Málaga al espacio. El capitán se percató de la llegada del ruso, pero su centro salió a una velocidad desmedida y Cheryshev no llegó por milímetros. Se quedó sin doblete, pero el trabajo, su trabajo, estaba hecho. Fundido por ser uno de los protagonistas en un partido de ida y vuelta, Neville sustituyó a Cheryshev a falta de 23 minutos para el final. Y Piatti, recambio natural, no consiguió brillar.

El Valencia se había llevado los tres puntos de Málaga pese a su pésima labor defensiva en la primera mitad. Múltiples fallos de concentración, errores continuos -mención especial para Santos- en los despejes... Neville tiene faena por delante: el Valencia encadena 17 partidos de Liga sin dejar la portería a cero. Desde el 31 de noviembre (3-0 contra el Levante) encajando.