Alcácer, al rescate

Con el Valencia con el agua al cuello, no queda otro remedio que arrojarse de lleno en brazos de aquellos que pueden aportar luz. Y esa es la situación que experimenta en estos momentos Paco Alcácer. Después de ver cómo Negredo entra en una espiral casi abrumadora con un carrusel de oportunidades de gol desperdiciadas en cada encuentro, el hecho de que Alcácer vuelva a entrenarse con el resto de compañeros es sin duda la mejor -y quizás única- noticia que existe hoy por hoy en el Valencia. Este lunes de amarga resaca fue bueno en ese sentido para el cuerpo técnico porque no sólo volvió Alcácer sino también Enzo Pérez (también con máscara al fracturarse el pómulo). Falta Fuego y ver cómo evoluciona del tobillo Siqueira.

De Alcácer está muy pendiente también Del Bosque, que parece haber cambiado de opinión sobre Aduriz. Si tuviera que decidir hoy la lista para la Eurocopa, el vasco entraría al igual que Diego Costa; mientras que Alcácer se la jugaría con Morata.

Llegan pues Alcácer y Enzo a la primera línea de combate justo en la semana en la que hay que afrontar de la mejor de las maneras posibles el trámite del partido de Copa ante el Barça. ¿Qué es mejor, alinearlos para que cojan ritmo o dejarlos para la segunda parte y disminuir los riesgos? Tampoco han estado tanto tiempo de baja. Alcácer algo más: desde el encuentro de vuelta en Las Palmas, cinco partidos ausente (distensión del ligamento)y sólo dos el argentino.

Echando un vistazo a lo que uno y otro han aportado esta temporada, es evidente que Alcácer está un escalón por encima que Enzo. Alcácer se ha convertido poco menos que en la única esperanza del valencianismo para intentar frenar la caída. Ha sido, además, junto con Jaume y un poco André y Mustafi, los únicos futbolistas que han recibido alguna muestra de apoyo y aplausos por parte de los aficionados en cada salida del entrenamiento. Entre tanto insulto y recriminación, conviene destacar que la gente reconoce la labor de algunos miembros del vestuario.

Con Alcácer hay poco que discutir. Es el hombre gol por excelencia y con el resto de compañeros casi condenados en ese sentido, él aún parece mantener vivo el olfato. Nueve goles lleva en Liga, lo que con sus 1.307 minutos de juego le sitúan a una media de 145 minutos por gol. Presenta una eficacia en ese sentido del 47,4%, con 13 remates a portería. Todos sus goles los ha conseguido desde dentro del área. Es su dominio.

El de Negredo ya no se sabe muy bien dónde es por la particular racha negativa que tiene. Contra el Betis erró dos claras opciones de anotar. Sólo lleva 3 dianas en sus 875 minutos de Liga (9 remates y un pírrico 14,3% de eficacia). Su media anotadora casi duplica a la de Alcácer: 291 minutos por gol.

En cuanto al resto de delanteros, Santi Mina se mantiene bajo mínimos y Rodrigo naufraga por completo. El exjugador del Celta lleva 2 tantos en sus 922 minutos ligueros, una media de 461 por gol (33,3 % de eficacia anotadora con 8 remates). Quien peor lo tiene, igual que el año pasado, es Rodrigo. El hispano brasileño está seco. A cero. No se ha estrenado pese a sus 568 minutos de competición. Es verdad que, como ocurre con Mina, a veces le ha tocado actuar por banda pero contra el Betis gozó de dos opciones que no acabaron dentro de la portería. Hasta 8 remates a la meta contraria ha tenido en los encuentros que ha disputado. 30 millones es mucho dinero para esas cifras tan ridículas.