Póquer de Kempes, gol 500 de Morena

En la primera mitad de los años setenta, el Rayo se convirtió en un rival habitual del Valencia en la Copa. Los vallecanos que actuaban en segunda división, nunca habían jugado en Mestalla, salvo para enfrentarse al equipo filial. El sorteo emparejó a ambos clubs de forma caprichosa en tres ediciones consecutivas resueltas, todas ellas, sin excesivos apuros, por los valencianistas. Desde la campaña 72-73 a la 74-75, el bombo propició una eliminatoria con encuentro de ida en Madrid -por entonces, el Rayo jugaba alquilado en el estadio de Vallehermoso, al no disponer de estadio propio- y en todas ellas venció el Valencia. La vuelta fue, en los tres casos, un mero trámite.

Sin embargo, en la temporada 77-78 el conjunto de Vallecas debutó en primera división con el exvalencianista Héctor Núñez en el banquillo. Pronto demostró que en su feudo -ya disponía de campo propio, una vez acabadas las obras del actual estadio- iba a ser un equipo intratable tras imponerse con autoridad a todos los grandes del fútbol español. El Valencia cayó por 3-0. De ahí vino el sobrenombre de 'matagigantes' que distinguía al Rayo, cuyo rendimiento bajaba, sin embargo, muchos enteros en los desplazamientos. En Mestalla, sin ir más lejos, se llevó un 7-0 con 4 goles de Mario Alberto Kempes. Todos los tantos fueron logrados en la segunda parte, en apenas 20 minutos, mientras la grada festejaba extasiada aquella catarata realizadora. El argentino volvía a convertirse en el máximo aspirante al trofeo Pichichi en su segundo ejercicio en la liga española, pocas semanas antes de acudir a la cita que le encumbraría definitivamente: el Mundial del 78.

Aquel espectacular póquer de Kempes estuvo precedido por dos goles de Darío Felman en el primer tiempo y otro de Ángel Castellanos en la reanudación. Con el partido sentenciado, la grada esperaba ansiosa que llegaran los goles del Matador. En el minuto 55 consiguió el primero, en el 75 el cuarto, entre el delirio de los asistentes. Al final de la temporada Kempes firmó 28 goles en 34 jornadas, cuatro más que el madridista Santillana, segundo en la tabla de mejores artilleros. Aquel campeonato acabó de la mejor manera posible para los de Mestalla: clasificados en el cuarto lugar y con el pasaporte para competir en Europa después de cinco años de ausencia.

En el verano de 1979 el Rayo Vallecano realizó el primer fichaje estelar de su historia: el delantero uruguayo Fernando Morena procedente de Peñarol de Montevideo. Por entonces el valencianismo aún paladeaba la conquista de la Copa del Rey ante el Madrid con dos goles de Kempes. Morena llegó envuelto de la aureola de gran goleador y dispuesto a competir con los mejores delanteros de la liga española. Pronto se vio que la cosa iba en serio. Al final del campeonato 79-80, Kempes anotó 22 goles y Morena 21. Por delante quedaron Quini del Spórting con 24 y el madridista Santillana con 23. Pese a la importante aportación goleadora del uruguayo, el Rayo acabó perdiendo la categoría.

El primer cara a cara entre Kempes y Morena alcanzó una enorme repercusión en todo el continente americano. Desde el otro lado del Atlántico se apuntó que al ariete rayista le faltaba un gol para alcanzar la cifra de 500 y que esa efeméride podía tener lugar en el campo donde jugaba el por entonces mejor jugador del mundo. Así que el duelo de Mestalla adquirió una gran relevancia. El célebre narrador radiofónico Víctor Hugo Morales se trasladé exprofeso desde Uruguay para radiar el partido. La cita tuvo lugar el domingo 16 de diciembre a las 5 de la tarde. Alfredo Di Stéfano en el banquillo local, 'El Palomo' Héctor Núñez en el visitante. Kempes y Morena sobre el campo, Argentina y Uruguay frente a frente. El clásico del Río de La Plata en Valencia.

Los locales atravesaban por un momento espléndido de juego. La noticia saltó en un Mestalla abarrotado en el minuto 23 cuando Morena inauguró el marcador gracias a un libre indirecto, el balón dio en la barrera y superó al guardameta Pereira, logrando su esperado gol 500, celebrado por el uruguayo con enorme alborozo y cantado de forma desaforada por el famoso relator para toda América desde la cabina radiofónica ubicada en la esquina del anfiteatro con el Gol Gran. La grada asistió atónita y resignada al gol visitante después de indignarse con el árbitro Ramos Marcos que había anulado poco antes un gol a Kempes . El duelo ganó en intensidad pero no se resolvió a favor de los locales hasta el segundo tiempo gracias a los goles de Saura, que estableció el empate, y de Orlando Giménez, que marcó el gol de la victoria para el Valencia. Un paraguayo resolvió el duelo entre argentinos y uruguayos. Al acabar la campaña, el club valencianista fichó a Fernando Morena para que formara tándem con Mario Kempes. Pero esa, ya es otra historia.