La segunda unidad pide paso para afianzar el gran arranque del Valencia

Cuando el Valencia terminó ayer la sesión de entrenamiento en la ciudad deportiva de Paterna el técnico Nuno Espírito Santo se retiró al vestuario con una amplia sonrisa. No era para menos. Al brillante inicio de temporada de su equipo, que recuerda al de la época dorada de Rafa Benítez, se une el hambre de los futbolistas que de momento no están contando con minutos. El objetivo del cuerpo técnico es que las rotaciones, que comenzarán a llegar mañana ante el Córdoba si se cumple la hoja de ruta diseñada por el portugués, no afecten al alto nivel futbolístico que está desplegando el Valencia en los primeros partidos de la Liga. La predisposición de la plantilla al trabajo invita al optimismo, y es por ello que el propio Nuno reconoció el trabajo de su equipo tras la sesión y en la comida que compartió el grupo en el corazón de Paterna.

El técnico ya avisó nada más aterrizar en el banquillo de Mestalla que quería una plantilla corta, con una horquilla entre 22 y 23 jugadores. Con tan sólo dos competiciones a la vista, Europa es un objetivo para la próxima temporada pero es una palabra que no aparece en el diccionario de la actual, Nuno quería a un grupo de jugadores enchufados con la posibilidad de entrar en cualquier momento de los partidos, y de las convocatorias. Teniendo en cuenta que Joao Pereira, de momento, no cuenta en los planes del técnico esa lista se reduce a 22 (contando al todavía inédito Negredo y al sancionado hasta el domingo De Paul).

«Necesitamos que ante el Córdoba se llene Mestalla». Ese fue el mensaje de Espírito Santo en Getafe nada más acabar el partido ante el conjunto azulón. El técnico quiere mimetizarse con la grada, a la que no niega nunca un gesto de cercanía y unidad. Un simbolismo que ahora quiere trasladar a su vestuario, donde futbolistas como Orban o Filipe Augusto están pidiendo a gritos una oportunidad. La segunda unidad está lista para la acción.

André Gomes, uno de los jugadores que están brillando más en los cuatro partidos que han llevado al Valencia al segundo puesto de la Liga, reconoció ayer que el nivel de intensidad de los compañeros que de momento ven los partidos desde el banquillo no hace más que subir el nivel del grupo: «Estamos un poco cansados pero la gente que no juega trabaja cada día mucho más que nosotros, porque quieren demostrar que pueden jugar. Eso es muy bueno para los que estamos jugando ahora porque te obliga a trabajar más para seguir teniendo una oportunidad. Es bueno para todos porque hace que el grupo esté unido». Una definición perfecta a lo que se puede observar cada día en la Ciudad Deportiva.

La distribución de los minutos en el primer mes de competición confirma que la columna vertebral del equipo para Espírito Santo está formada por Alves, Barragán, Otamendi, Vezo, Gayà y Javi Fuego. Los seis jugadores más marcados en el sistema defensivo lo han jugado todo. Les siguen muy de cerca Alcácer, André Gomes, Parejo y Piatti. Un grupo donde también hay que incluir a Rodrigo, porque tan sólo la lesión que le impidió disputar el partido ante el Málaga y la sanción que le llevará al banquillo ante el Córdoba le ha impedido estar entre ese grupo de jugadores que ha rozado casi el cien por cien de los minutos.

En el otro lado de la balanza, tras un mes de competición, están los jugadores que pertenecen a esa segunda unidad. Con la excepción de Feghouli, el que más minutos acumula dentro de los no titulares con 164, el resto de futbolistas que han entrado como refresco en los partidos suman 105 minutos. Una cifra que puede comenzar a subir con la visita del conjunto andaluz a Mestalla, donde el Valencia buscará la tercera victoria consecutiva como local en el arranque. Los casos más excepcionales son los de Yoel y Pereira a los que, atendiendo al manual de Nuno, no parece que vayan tener una oportunidad antes de que llegue la primera eliminatoria de la Copa del Rey al menos de que ocurran circunstancias imponderables.

La eficacia del once tipo de Nuno es tal que ha llegado también a los registros de cara a portería, que no paran de crecer tras cada partido. El Valencia tan sólo ha necesitado 43 disparos a puerta para marcar los 10 goles que le han situado en la segunda plaza. Curiosamente uno de ellos, el de Sevilla, lo ha marcado Orban. El argentino, junto a Filipe Augusto, son los dos jugadores a los que Espírito Santo mostró más atención ayer en Paterna. La baja de Rodrigo obligará a mover al menos una posición en el esquema titular del equipo. La segunda unidad seguirá luchando hoy en la Ciudad Deportiva por ganarse esa oportunidad.